Se utiliza a modo de queso rallado, espolvoreando sobre todo tipo de comida, aportando delicado sabor, riqueza de nutrientes y marcado efecto mineralizante y desparasitante. También puede utilizarse como rebozador y como ingrediente funcional en el marco de una alimentación viva.
Ingredientes: semillas, levadura nutricional, algas, vegetales deshidratados, especias y sal marina, para emplear como opción al clásico derivado lácteo.